dissabte, 17 de gener del 2009

La matanza de Gaza pone al régimen de Mubarak en graves apuros

Alberto Cruz

CEPRID

La matanza israelí en Gaza ha sido posible por la aprobación de los regímenes reaccionarios árabes, Egipto y Arabia Saudita, principalmente, antes que por el apoyo occidental y estadounidense con el que cuenta Israel (1). En este caso, el orden de los factores sí es importante y la responsabilidad primera hay que cargarla en los regímenes reaccionarios árabes y no en los tradicionales aliados del régimen sionista.

Egipto, Arabia Saudita, Jordania y algunos países del Golfo han venido sosteniendo, desde el triunfo de Hizbulá en la guerra contra Israel en el verano de 2006, que había que hacer todo lo posible por impedir que el avance de los “factores no estatales” –léase Hizbulá y Hamás- cuajase en el mundo árabe. Y como en la guerra de Líbano, lo primero que hicieron cuando se produjo la agresión sionista contra Gaza fue aplaudir. Luego, ante el curso de la guerra, cada vez más desfavorable a los sionistas, algunos comenzaron a replegar velas y a emitir cuidadosos comentarios donde los malos (entonces Hizbulá, ahora Hamás) ya no lo son tanto y se comienza a criticar la “excesiva” matanza sionista.

De todos ellos, es Egipto quien tiene el grado más alto de culpabilidad. El 25 de diciembre, dos días antes de la invasión de Gaza por los sionistas, la ministra de Asuntos Exteriores de Israel, Tzipi Livni, realizó una visita a El Cairo y se reunió con el presidente Hosni Mubarak. Allí Livni anunció a Mubarak el ataque contra Gaza y recibió el visto bueno de Mubarak (2) para una operación que sería “rápida y quirúrgica” con la finalidad de derrocar a Hamás y abrir el camino de regreso de Mahmoud Abbas y sus hombres. Si hay que hacer caso de la prensa árabe –y en este caso hay que creerlo, puesto que lo ocultan los occidentales-, Livni le dijo a Mubarak que todo se habría solucionado en tres días. Y parece que tienen razón porque en ese tiempo, entre los días 27 y 30 de diciembre, llegaron a Egipto –en concreto a la localidad de Al-Arish, situada en el Sinaí- 400 miembros de las fuerzas de seguridad palestinas partidarias de Abbas (3) al mando de Mohammad Dahlan para hacerse cargo de la Franja tras lo que esperaban fuese el rápido derrocamiento de Hamás.

Sin embargo, lo que se había pintado como un camino de rosas se convirtió en un camino empedrado. La inicial brutalidad sionista no fue suficiente para derrocar a Hamás que, con una táctica inteligente, ha logrado revertir el curso de la batalla. Sólo por el hecho de resistir ya está logrando réditos políticos –no tardará en cosecharlos el en ámbito militar como continúe la agresión sionista y se inicie la batalla urbana- y, al mismo tiempo, poniendo en serios apuros no a los patrocinadores occidentales de los sionistas sino a los regímenes reaccionarios árabes como relataba con estupor un corresponsal estadounidense: “Un torrente de ira popular está poniendo presión sobre los aliados de América en el mundo árabe y parece empeorar las divisiones en la región (…) Las mayores críticas se han dirigido a Egipto, que es ampliamente visto [por la calle árabe] como el principal ayudante de la campaña israelí” (4) y, sobre todo, por no abrir el cruce de Rafah.

Es una realidad. Mubarak, que había mantenido silencio ante la agresión, tuvo que salir públicamente el día 2 de enero –seis días después de su inicio- para “aclarar” la posición de Egipto. Habló de que Gaza y Cisjordania “son un solo país” y que el cruce de Rafah –la única frontera de Gaza con un territorio no israelí- se abrirá sólo en las condiciones de un acuerdo de 2005 –del que Egipto no es signatario, curiosamente, y que al ser anterior a las elecciones palestinas de 2006, ganadas de forma limpia y democrática por Hamás, es ya antiguo puesto que establece que dicho cruce fronterizo ha de estar vigilado por fuerzas de la Autoridad Palestina, es decir, Abbas, y de la Unión Europea- (5). Y, al mismo tiempo, destinó una partida de 35 millones de dólares para iniciar una campaña informativa en los medios de comunicación, egipcios y árabes, para contrarrestar las críticas y “explicar” la postura oficial. Pero ya era tarde.

Gaza está provocando que el régimen de Mubarak se tambalee como nunca hasta ahora lo había hecho. El día 29 de diciembre se produjo un conato de rebelión en una academia de policía con 6.000 alumnos cuando se les ordenó reforzar a los policías del cruce de Rafah y se negaron, lo que ha supuesto el arresto de varios mandos intermedios y policías (6). El día 30 de diciembre se comenzaron a hacer masivas las manifestaciones de apoyo a los palestinos de Gaza –que han continuado ininterrumpidamente- en localidades como Assiut, Minya, Daqaliya, Fayoum y Alejandría (7), así como en las universidades de El Cairo y Ain Shams. Los Hermanos Musulmanes y la izquierda del Movimiento Kefaya (Basta) han ido de la mano en ellas, reforzando una alianza tácita que se viene produciendo desde antes de la guerra de Líbano en 2006.

El lema de las manifestaciones ha sido doble. Por una parte, “Parar el holocausto de Gaza”. Por otra, “Gaza, perdónanos”, en referencia a la incapacidad del movimiento popular egipcio para revertir la postura de su gobierno. Y mientras se generalizan las manifestaciones, comienzan a aparecer las amenazas armadas: Said Mohamed Anwar Sadat, sobrino del anterior presidente del país –el hombre que firmó la paz con Israel en 1979 y que murió en un atentado pocos años más tarde- y portavoz de una campaña de protesta por la postura de Mubarak en la matanza de Gaza, ha advertido públicamente que la juventud egipcia está “muy enojada” con la postura del gobierno y eso significa que no va a haber otra opción que comenzar a realizar “acciones armadas contra las instalaciones y líneas de suministro de gas a Israel” (8). Además de las manifestaciones de apoyo a Gaza y en contra de la matanza, hay en marcha una campaña popular para exigir al gobierno egipcio el cese inmediato del suministro de gas a Israel. El régimen egipcio y la entidad sionista llegaron a un acuerdo en 2005 por el que Egipto suministra a Israel siete millones de metros cúbicos de gas natural a Israel a un precio inferior hasta en 12 veces del que rige en el mercado internacional del gas (9). El gas egipcio parte del oleoducto de la ciudad de El-Arish (en el norte del Sinaí y muy cerca de la Franja de Gaza) y llega hasta el puerto de Ashkelon, al norte de la Franja de Gaza.

Il a souligné qu’il a envoyé au président égyptien Hosni Moubarak une missive lui demandant un arrêt immédiat de la fourniture du gaz à Israël afin de se conformer à une décision de justice lui enjoignant de le faire et avant que la colère du peuple n’explose. Tan delicada es la situación para el régimen de Mubarak que esa ha sido una de las razones por las que ahora aparece como uno de los adalides de un plan, copatrocinado con Francia, para lograr un alto el fuego que satisfaga a los sionistas y, en cierta medida, a Hamás. En Egipto ya no se habla de derrocar a Hamás y el lenguaje es mucho más suave. Tanto que Mubarak ha tenido que ordenar a su ministro de Asuntos Exteriores que llame a los embajadores de los países permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU para “expresar el malestar” egipcio por la tardanza en aprobar una resolución de alto el fuego (10). Desde luego, no se dio prisa en hacerlo: fue el día 4 de enero, nueve días después del inicio de la agresión sionista.

Egipto se difumina como mediador

La otra ha sido el desvanecimiento del papel de Egipto como mediador, incluso patrocinador, de acuerdos. Ya ocurrió el mes de mayo de 2008, cuando los militantes de Hizbulá y sus aliados del Frente de la Resistencia, se hicieron con el control de Beirut en sólo cuatro días. No fue Egipto quien patrocinó un acuerdo entre las partes, sino Qatar (11). Ahora la situación es la misma.

Siria, Qatar y Turquía están patrocinando un acuerdo de alto el fuego que, al contrario que el que promueven Egipto y Francia, sí cuenta con el visto bueno de Hamás. Dicho acuerdo, del que no se informa en Occidente ni en los regímenes árabes reaccionarios, establece cinco puntos: cese el fuego por ambas partes, retirada inmediata israelí, vuelta a la tregua firmada en junio de 2008 entre Hamás e Israel, formación de un comité especial para abrir los cruces en la Franja de Gaza y una conferencia internacional de donantes para la reconstrucción de Gaza (12).

De hecho, la matanza sionista de Gaza ha logrado dividir de forma ya prácticamente irreversible el mundo árabe. Por una parte, estarían Egipto, Irak, Jordania, Arabia Saudita, Marruecos, Túnez, Kuwait, Bahrein, Omán, los Emiratos Árabes Unidos y las fuerzas que apoyan a Mahmoud Abbas en Cisjordania. Por otra, Siria, Líbano, Qatar, Yemen, Libia, Mauritania (pese a que mantiene relaciones diplomáticas con Israel), Sudán, Argelia, Yibuti, Somalia y las Islas Comores.

De estos países, Argelia, Yemen y Qatar iniciaron su desmarque del otro bloque en una reunión mantenida por la Liga Árabe en mayo de 2008 para tratar la situación en Líbano tras la toma de Beirut por Hizbulá y sus aliados e iniciaron su acercamiento a Siria puesto que no estaban de acuerdo con el mantra de los regímenes reaccionarios pro-occidentales árabes sobre la interferencia iraní en la zona y la estrategia de contención a la “expansión shíi”. La matanza de Gaza hace difícil continuar con ello puesto que Hamás es suní, pero ahora los regímenes reaccionarios hablan de que Hamás se ha convertido en “un peón de Irán”.

Pero a esta división hay que sumar la del mundo islámico no árabe. Aquí merece la pena mencionar a Turquía. El que haya aceptado patrocinar este plan alternativo que cuenta con el visto bueno de Hamás indica que se resquebraja la alianza estratégica que venía manteniendo con Israel y que algo está cambiando entre los regímenes árabes e islámicos considerados “moderados” y más cercanos a Israel y a Occidente. Tras la matanza de Gaza ya nada será igual.

La resistencia de los habitantes de Gaza, y la inteligente estrategia de Hamás, ha cogido por sorpresa a los regímenes reaccionarios árabes. Están obligados a dar la cara ante sus pueblos puesto que de ello depende su supervivencia. Los editoriales de la prensa árabe son muy claros al respecto, aunque tal vez el análisis más acertado sea el del “The Daily Star” libanés del pasado 9 de enero: “Gaza es la punta del iceberg en término de peligro para los Estados árabes” (13). Y apunta que “los agentes no estatales van a ganar influencia [entre el pueblo árabe] a costa de unos gobiernos desgraciados y de un inerte liderazgo árabe”.

Puede que Hamás acepte el plan egipcio-francés o puede que no. Dependerá de la correlación de fuerzas en el campo de batalla y hasta ahora, a pesar de los muertos y heridos, no es muy desfavorable a Hamás. En este caso, para el movimiento político-militar palestino, resistir es vencer. Y en los próximos días veremos quién resulta definitivamente vencedor para los árabes: dependerá del lugar donde se celebre la próxima cumbre y si en ella está o no presente Hamás.

Notas: Mubarak would have preferred for Hamas to appeal to him directly for a cease-fire, which Egypt would negotiate with Israel. "The sharpest rhetorical attacks have been aimed at Egypt, which is widely seen as having aided the Israeli campaign by closing its border with Gaza.

(1) Alberto Cruz, “La connivencia árabe con la matanza de Gaza” http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article355

(2) Al-Akhbar (Líbano), 10 de enero de 2009.

(3) As-Safir (Líbano), 4 de enero de 2009.

(4) The New York Times, 3 de enero de 2009.

(5) Haaretz (Israel), 3 de enero de 2009.

(6) Sawt Al-Omah (Egipto), 30 de diciembre de 2008.

(7) Al-Ahram (Egipto), 9 de enero de 2009.

(8) Al Jazeera, 9 de enero de 2009.

(9) Ibid.

(10) Al-Ahram Weekly, 8-14 de enero de 2009.

(11) Alberto Cruz, “Condoleezza Rice tenía razón: nace un nuevo Oriente Medio” http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article154

(12) Al-Quds Al-Arabi (Gran Bretaña), 9 de enero de 2009.

(13) The Daily Star, 9 de enero de 2009.

Alberto Cruz es periodista, politólogo y escritor especializado en Relaciones Internacionales. albercruz@eresmas.com

dimecres, 14 de gener del 2009

[Entrevista a Michel Collon] Gaza: "No se puede decir la verdad en la tele. ¡La ve demasiada gente!"

Gaza: "No se puede decir la verdad en la tele.

¡La ve demasiada gente!"
MICHEL COLLON

Entrevista por Julien Versteegh, Solidaire

Traducido del francés por Beatriz Morales Bastos

¿Estamos bien informados sobre Gaza, Hamas, la historia? ¿Por qué este divorcio entre la opinión de los "viejos europeos" y los ciudadanos de origen inmigrante? ¿Qué se puede hacer para superar este foso? Michel Collon, especialista en conflictos, responde a las «provocativas» preguntas del semanario belga Solidaire.

La crisis económica y las preocupaciones cotidiana ocupan las mentes y quizá Gaza pasa a un segundo plano en la vida diaria de los trabajadores. ¿Por qué?
Michel Collon.
El humorista francés Coluche decía: «No se puede decir la verdad en la tele, la ve demasiada gente». La pregunta que hay que hacer a la población belga es: ¿piensan ustedes que están bien informados? ¿creen ustedes que se les va a decir la verdad sobre una región como Oriente Medio, con toda la riqueza petrolífera?

Los medios de comunicación y la escuela ocultan cuidadosamente cómo se impuso Israel. Imaginen ustedes lo siguiente ... Ustedes, belgas, que viven y trabajan aquí desde hace generaciones, de pronto desembarcan unas personas: «Nuestros ancestros vivían aquí hace dos mil años, nuestro Dios dijo que esta tierra nos pertenece, ¡venga, largo de aquí, fuera!». Ustedes tendrían que dejar su casas, sus campos, sus riquezas e ir a vivir a unas tiendas de campaña. Los invasores toman primero Bruselas, Amberes, Hainaut. Un poco después, Lieja y Flandes. Bloquean todas las carreteras con un gran muro. Y, por último, todos ustedes se encuentran hacinados alrededor de Ostende y en las profundidades de las Ardenas, en unas condiciones de vida miserables. Además, se les trata de mentirosos, de violentos, de terroristas. Pues bien, ¡sustituyan Ostende por Gaza y las Ardenas por Cisjordania, y tendrán exactamente lo que ha hecho Israel!.

A propósito de la desinformación, de todos modos los belgas tuvieron una famosa advertencia, ¿no? La RTBF logró hacer creer que Bélgica había desaparecido en una noche, así que, ¡prudencia!* En los años ochenta en Nicaragua un gobierno de izquierda quería eliminar la pobreza y resistir a Estados Unidos. Nicaragua fue atacada por unos terroristas financiados por la CIA y fue criminalizada por los medios de comunicación. Se expulsó a los sandinistas y el país volvió a la miseria. Un sacerdote nicaragüense, entonces ministro de cultura, decía: «Cuando veo lo que cuentan los medios de comunicación sobre mi país, que yo conozco bien, me digo que no debo creer nada de lo cuentan de los países que no conozco».

El gran problema, de los belgas, los franceses, de los europeos, sobre el conflicto israelo-palestino es que están desinformados. Con raras excepciones, la tele se pone de lado de Israel. En estos últimos días ha acabado por mostrar los crímenes de Israel, pero mientras esto se presente como "una respuesta a los cohetes" se justifica el colonialismo.

De todos modos, Hamas empezó y toma como rehenes a la población, ¿no?
Michel Collon.
No. A propósito de los cohetes lanzados sobre las ciudades israelíes, no se nos dice que los palestinos (Hamas, Fatah e individuos) los lanzan contra ciudades de las que se expulsó a sus padres. ¡Ellos vivían ahí antes! ¿Por qué lo ocultan? Pero, más importante, Hamas respetó la tregua durante tres meses. Ahora bien, esta tregua tenía varias condiciones. Israel tenía que levantar el bloqueo que asfixiaba a Gaza; no lo hizo. No debía cometer más agresiones militares; las cometió. Egipto tenía que abrir sus fronteras; no se hizo. En realidad Israel es quien no respetó la tregua.

En todo caso, Hamas son los fundamentalistas. ¿Pueden apoyarlos personas progresistas?
Michel Collon.
En primer lugar, durante décadas, cuando todavía no existía Hamas, Israel hizo todo lo posible para destruir al Fatah de Arafat y los movimientos palestinos de izquierda. Después, lo mismo que Hizbolá en Líbano Hamas parece de acuerdo en respetar el modo de vida del conjunto de las poblaciones de Gaza.

La gente votó a Hamas porque se sentía traicionada por los anteriores dirigentes palestinos. Si usted pregunta a palestinos de izquierda y laicos, votaron a Hamas porque es el partido que resiste. Es falso decir que Hamas toma a los palestinos como rehenes, son todos los palestinos quienes rechazan y rechazarán siempre la colonización, aunque mañana Hamas estuviera totalmente destruido.

Por último, a continuación se nos dice de una manera un tanto racista que estas personas son musulmanas y que son unos fanáticos... ¡Que me expliquen entonces por qué Estados Unidos organiza golpes de Estado para derrocar a Chávez, un ferviente cristiano! O a Evo Morales, un indio. En Venezuela antes de Chávez, 80 años de riqueza petrolífera produjeron un 80 % de pobres. El dinero se iba a los bolsillos de Exxon. Chávez, Evo, los iraquíes o los palestinos: no tiene nada que ver con la religión, tiene todo que ver con el saqueo de los recursos de esos países.

Pero en Palestina hay pocos recursos naturales...
Michel Collon.
Oriente Medio forma un conjunto. Los árabes se consideran una sola nación. Son los colonizadores quienes dividieron la región para controlarla mejor. Los británicos y después los estadounidenses procuraron poner el petróleo en manos de reyes, de ricos saudíes y de otras marionetas mientras que el resto del mundo árabe se debatía entre la pobreza y el subdesarrollo. Washington sobrearmó a Israel para que fuera el gendarme de Oriente Medio. Además, quiere construir un oleoducto que distribuirá el petróleo iraquí al Mediterráneo.

Israel afirma que no hay nadie con quien negociar y que la paz es imposible.
Michel Collon.
La paz es posible en Oriente Medio. Hay que crear un solo Estado que garantice todos los derechos a todos, judíos, musulmanes, cristianos o ateos. Un Estado no puede estar fundado sobre una religión privilegiada que excluya o rebaje las demás. Un solo Estado, un hombre = un voto, y el derecho al retorno para todos aquellos que fueron expulsados.

Muchos palestinos e israelíes creen que será necesaria una solución transitoria con dos Estados. Son ellos quienes tienen que decidirlo. Con todo el odio que se ha sembrado, serán necesarias una o dos generaciones para llegar a una coexistencia armoniosa. En todo caso, yo mantengo que Israel es el Estado más racista del mundo, que practica la limpieza étnica contra los árabes. Para llegar a una solución hay que acabar con este racismo. Un Estado que comporta varias cultura no es pobre, al contrario, es rico.

Creo que con estas provocaciones y estas terribles destrucciones Israel no quiere la paz. Se niega a negociar sabiendo que eso puede provocar atentados. Tendría así un pretexto para justificar nuevas deportaciones y anexiones.

El ministro belga de Asuntos Exteriores Karel De Gucht y sus colegas europeos parecen adoptar una postura neutra en la historia...
Michel Collon.
De Gucht no es en absoluto neutro, y tampoco lo es la UE. Acaba de aprobar para Israel un estatuto de casi miembro de la Unión Europea ¡cuando desde hace décadas Israel viola todas las resoluciones de la ONU y el derecho internacional! La UE ha calificado de 'terrorista' al gobierno de Hamas elegido democráticamente, lo que ha dado luz verde a la agresión. Cuando la ministra de Asuntos Exteriores israelí dice ante Sarkozy que Israel defiende los valores de la comunidad internacional, éste aplaude. Cuando se ve cómo Sarkozy, Merkel, De Gucht y compañía han apoyado todo el tiempo a Israel, yo afirmo que ellos son quienes bombardean en nuestro nombre. ¿Vamos a seguir tolerándolo?

Es sobre todo la población belga de origen emigrante la que se moviliza en estos momentos. ¿Por qué hay todavía tanta indiferencia y pasividad por parte de los trabajadores «belgas-belgas»?
Michel Collon.
Se les mantiene en la ignorancia. Pero la guerra en Palestina forma parte de la guerra global norte-sur que se lleva a cabo en nuestro nombre. No se puede comprender el mundo de hoy si no se comprende por qué la riqueza está en el norte y la pobreza en el sur.

Las grandes sociedades europeas han robado el oro y la plata de América Latina; los minerales, el caucho y los esclavos de África (con nuestro rey Leopoldo II que cortaba las manos cuando alguien se negaba a trabajar para él) y el petróleo de Oriente Medio. Hoy el tercer mundo sigue siendo pobre porque las multinacionales se instalan ahí pagando una miseria a los trabajadores, prohibiendo los sindicatos, corrompiendo a los dirigentes políticos y a la policía. Por lo tanto, toda la riqueza del sur sigue yendo al norte. Este pone a los trabajadores belgas ante una opción moral: ¿ponerse del lado de los robados o de los ladrones? ¿Exigir justicia o adoptar la postura del avestruz esperando beneficiarse un poco del robo?

Deberíamos tener más curiosidad y ser más abiertos. En Bélgica tenemos la suerte de tener inmigrantes, incluidos los trabajadores sin papeles. Hay que hablar con ellos, escucharlos. ¡Se puede aprender mucho de ellos! Los árabes les explicarán qué hacen Europa en Oriente Medio desde hace siglos. Los negros les explicarán lo que hace en Congo. Los latinos por qué hay todavía un 44 % de pobres cuando América latina es muy rica.

Yo comparo la situación actual con el Titanic, con los muy ricos en primera clase, las clases medias y los trabajadores que están en tercera, sin muchas comodidades, pero en el barco. El Titanic se dirige al desastre porque el capitán y, sobre todo, los armadores, ganan mucho, a costa de quienes bregan, los esclavos del sur, y a costa de los trabajadores del norte. Empobreciéndolos y empobreciéndonos continuamente provocan la crisis porque ya no tienen a nadie a quien vender.

¿Quieren los trabajadores belgas permanecer en el Titanic, basado en el empobrecimiento del tercer mundo, un sistema que tras la crisis financiera prepara otras, quizá más graves todavía? La cantidad de pobres no ha dejado de aumentar en el mundo desde hace 20 años. ¿Quieren hundirse con el Titanic o elegir otra manera de navegar basada en unas relaciones norte-sur más justa?

Entonces, ¿qué hacer?
Michel Collon.
Desde hace varios años trabajo con el equipo de Investig'Action y mi página web www.michelcollon.info para descodificar la información, dar la palabra a los excluidos de la información oficial, mostrar las imágenes ocultas, aprender a distinguir las manipulaciones mediáticas. Me escriben muchas personas, hastiadas de la prensa y desanimadas porque no se les escucha.

Es necesaria una estrategia colectiva para que la gente pueda examinar la información y ser activa. La información es un derecho que no cae del cielo y que se conquista, como los demás derechos. Para eso es necesario proceder activamente. Por ejemplo, si un responsable sindical todavía tiene dudas sobre quién es el agresor y el colonizador entre Israel y los palestinos, ¡que organice entonces un debate para todos sus afiliados con ambas partes, que se informe en internet, con los sindicalistas palestinos y con aquellos a quienes la tele excluye de sus debates!

Para conquistar el derecho a una información de calidad, completa y no manipulada por los intereses, necesitamos un movimiento ciudadano para la información, de base. «¡Todos somos periodistas!»

10 de enero de 2009

* N. de la t.: Se refiere a un falso documental emitido hace un año por esa cadena de televisión belga que anunciaba que Bélgica se había desintegrado. Mucha gente lo creyó y se suscitó una enorme polémica. Véase: http://fr.wikipedia.org/wiki/Bye_Bye_Belgium

dimecres, 7 de gener del 2009

Dotze regles infalibles per a la redacció de notícies sobre Orient Pròxim en els grans mitjans de comunicació

1) En Orient Pròxim són sempre els àrabs qui ataquen primer, i sempre és Israel qui es defensa. Aquesta defensa es diu “represàlia”.

2) Ni àrabs, ni palestins ni libanesos tenen dret a matar civils. A això se li crida “terrorisme”.

3) Israel té dret a matar civils. Això es diu “legítima defensa”.

4) Quan Israel mata civils en massa, les potències occidentals demanen que ho faci amb major comedimiento. Això es diu “reacció de la comunitat internacional”.

5) Ni palestins ni libanesos tenen dret a capturar soldats israelians dintre d'instal·lacions militars amb sentinelles i llocs de combat. A això cal cridar-lo “segrest de persones indefenses”.

6) Israel té dret a segrestar a qualsevol hora i en qualsevol lloc a quants palestins i libanesos se li antoje. La seva xifra actual ronda els 10 mil, 300 dels quals són nens i mil, dones. No es precisa prova alguna de culpabilitat. Israel té dret a mantenir segrestats presos indefinidament, ja siguin autoritats democràticament triades pels palestins. A això se li crida “empresonament de terroristes”.

7) Quan s'esmenta la paraula “Hezbollah”, és obligatori afegir en la mateixa frase “donats suport i finançats per Síria i per Iran”.

8) Quan s'esmenta “Israel”, està terminantment prohibit afegir: “donats suport i finançats pels EEUU”. Això podria fer l'efecte que el conflicte és desigual i que l'existència d'Israel no corre perill.

9) En informacions sobre Israel, cal evitar sempre que apareguin les següents locucions: “Territoris ocupats”, “Resolucions de l'ONU”, “Violacions dels Drets Humans” i “Convenció de Ginebra”.

10) Els palestins, el mateix que els libanesos, són sempre “covards” que s'amaguen entre una població civil que “no els vol”. Si dormen a casa amb les seves famílies, això té un nom: “covardia”. Israel té dret a aniquilar amb bombes i míssils els barris on dormen. A això se li crida “acció quirúrgica d'alta precisió”.

11) Els israelians parlen millor anglès, francès, castellà o portuguès que els àrabs. Per això mereixen ser entrevistats amb major freqüència i tenir més oportunitats que els àrabs per a explicar al gran públic les presents regles de redacció (de la 1 a la 10). A això se li crida “neutralitat periodística”.

12) Totes les persones que no estan d'acord amb les sobredichas Regles, són, i així ha de fer-se constar, “terroristes antisemitas d'alta perillositat”.